sábado, 7 de noviembre de 2015

La moral, una aliada de la autoestima

La moral viene integrada por el conjunto de principios y valores que son inculcados en el ser humano desde su nacimiento, incluso desde su gestación en el vientre materno, ya que desde esa etapa aun cuando el feto no conoce de filosofía de la vida, posee una serie de sensaciones innatas y estímulos frente a movimientos corporales y en especial como consecuencia de lo que la madre le va transmitiendo con cada palabra y gesto que le realiza a su barriga. 

Desde allí surge el primer valor que es el apego y sentido de pertenencia o supervivencia mediante el contacto con la madre a través de la lactancia, de los gestos que tanto ella como el padre y familiares le dan una vez ha nacido y es motivo de alegría entre sus seres cercanos. 




Una vez que el niño va creciendo comienza a adquirir principios básicos, por medio de la educación y orientación de sus padres, como la necesidad de hablar, de escuchar, de reír, al ritmo del aprendizaje fisiológico que le imprimen sus necesidades básicas, como ir al baño, comer, asearse, socializar, entre otras. 

Ya al crecer, viene la presencia de la formación y educación que dan desde los padres, familiares cercanos hasta la que imparten en la escuela. El respeto, el amor, el cariño, la sinceridad, responsabilidad y compromiso son algunos de los valores y principios que el ser humano va asumiendo y que a su vez van conformando la moral que lo asistirá hasta su muerte. 




La moral finalmente se expresa cuando el individuo actúa en cada aspecto de la vida de acuerdo a lo que le fue inculcado como valores y principios. La imposición de la moral es ese accionar que corresponde con todos esos sentimientos y actitudes desarrolladas a lo largo de su vida. 

La moral llega a ser una aliada de la autoestima debido a que cuando el individuo corresponde sus acciones con su pensamiento y personalidad, es decir, cuando existe esa congruencia psicológica o racional, se crea esa satisfacción mental por tomar decisiones de acuerdo a su moral, lo que representa un impulso a la alta autoestima, porque el ser humano se siente logrado, feliz, con tranquilidad por el cumplimiento de acciones o metas. 




La moral está estrechamente relacionada con la ética porque el accionamiento de los principios y valores en cada comportamiento convierte al ser en un ciudadano ético, ya que cumple con su razón de ser, con su filosofía de vida. 

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